jueves, 16 de octubre de 2008

EL OTOÑO (II)

El otro día hablábamos de los tratamientos que podemos usar en otoño, pero hoy queremos reflexionar un poco más que pasa en el otoño para que nos encontremos más decaídos y en alguna manera como superarlo. Trasciende un poco un blog de cosmética natural, pero responde a nuestra vocación farmacéutica.
Existe una depresión durante el otoño, que es el que conoce como TAE (trastorno afectivo estacional) y que afecta a una de cada veinte personas, pero más allá es mucho más frecuente que en este periodo notemos que nuestro ánimo baja.
Se debe a que existe una disminución de las horas de luz, dado que los días acortan. Y eso lo notamos nosotros a través de nuestra glándula pinneal que es un órgano en nuestro cerebro que segrega una hormona llamada melatonina responsable de nuestro reloj interior y de nuestros ritmos circadianos.
Toda la naturaleza se prepara para un periodo de interiorización, muchos árboles pierden sus hoja y casi todos ya han dado su fruto.
En esta temporada conviene resguardarse de los fríos, son más frecuentes los catarros otoñales, que los invernales, dado que además de los vientos y cambios térmicos, cabe destacar que el desánimo que mencionábamos antes limita el sueño y con ello rebaja las defensas. Una solución para ayudar a combatir el frío es el empleo de aceites corporales.
En esta temporada conviene llevar una higiene de sueño adecuada, acostándose temprano y levantándose igualmente pronto. Se puede favorecer la conciliciación del sueño mediante baños de 15 minutos con lavanda.
En lo posible y, dependiendo del clima, se debe salir a pasear al mediodía, haciendo un ejercicio moderado y al mismo tiempo aprovechando las horas de más luz, mejorando el ánimo.

Esperamos que con estos pocos consejos ayuden a pasar un buen otoño, pensando además que el naturaleza todo el ciclo anual es necesario y que sin otoño tampoco habría primavera.

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