Los obtiene en Turquía, en una pequeña población cerca de la ciudad de Mersin, al suroeste del país, a 300 metros sobre el nivel del mar. Cincuenta familias han llegado a un acuerdo con Weleda para cultivar granadas biológicas, sin utilizar pesticidas o fertilizantes químicos o transgénicos.
Fiel a su lema “En armonía con el ser humano y la naturaleza” Weleda establece las relaciones con los proveedores sobre la base de la transparencia. Firma acuerdos a largo plazo con ellos y les asegura la compra de una parte fija de la cosecha cada año, a precios justos por encima del mercado. Los precios justos y la estabilidad de los contratos les permiten mejorar sus condiciones de vida, al mismo tiempo que protegen los recursos naturales de su tierra y abandonan la exposición a químicos.
Se necesita aproximadamente media tonelada de granadas para obtener un litro de aceite sus semillas. La cosecha se realiza a finales de septiembre, cuando las granadas alcanzan su punto óptimo de maduración. Se recogen de forma manual, una a una. Se seleccionan, se lavan, se cortan. Se separan las semillas de la pulpa y se dejan secar. Cada granada contiene entre 400 y 800 semillas. Una vez secas se extrae el valioso aceite de semillas de granada por primera presión en frio.
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