sábado, 22 de agosto de 2009

NO TODAS LAS COSMÉTICAS NATURALES SON IGUALES


Los beneficios de la cosmética natural son tan evidentes que su penetración en el mercado español ha sido espectacular. El consumidor español está cada vez más informado y asesorado detecta perfectamente los componentes tóxicos y potencialmente peligrosos, como parabenes, derivados del petróleo, etc.
Pero para que una crema sea buena no solo se debe observar aquello que no tiene, sino que también hay que considerar sus componentes. No basta que sean naturales para que podamos considerarlos como lo mejor para la piel.
En su composición cualitativa debemos tener en cuenta la calidad de sus componentes. Por ejemplo, aunque el aceite de Jojoba y el de Palma sean naturales, su calidad, textura y afinidad a la piel son totalmente diferentes. El primero resulta muy similar a los ácidos grasos cutáneos, por lo que es mucho más nutritivo, suave, con una gran resistencia al enranciamiento y resulta ideal como base para cualquier crema. El aceite de palma, mucho más barato, no resulta igual de afín a la piel y se asemeja en muchas de sus propiedades a los aceites minerales.
En cuanto a las composiciones cuantitativas, mucho más difícil de evaluar, puesto que no son de obligada declaración, evidentemente, no es lo mismo emplear una crema de ducha, por ejemplo, en la que con una pequeña cantidad resulta suficiente, que otra en la que se necesita aplicar bastante más, por su gran contenido en agua. Esto solo lo podemos determinar después de emplearlos y probarlos.
Ya no solo hay que buscar lo que no hay, sino también lo que contienen tus productos.

No hay comentarios: